1. Saca el horizonte recto. Debemos considerar que el horizonte debe ser recto. Uno de los defectos más comunes de las fotografías es sacar la línea del horizonte torcida y en situaciones en las que el mar está en medio, la línea del horizonte se puede ver con mayor nitidez, lo que aumenta la sensibilidad al defecto en caso de ocurrir. Por lo tanto, si la línea del horizonte aparece en tu composición, asegúrate de que no se incline. Sin embargo, ten en cuenta que siempre se puede arreglar una foto torcida en el ordenador utilizando un programa de retoque. En la imagen inferior vemos un ejemplo.
2. Aplica la Regla de los Tercios. Si deseas sacar la línea del horizonte, ten en cuenta que no debe estar en el centro de la imagen, si lo haces de esta manera dividirás la imagen en dos partes iguales: del mar para arriba y del mar para abajo, esto restará importancia a tu foto. Si haces coincidir la línea del horizonte en una de las líneas horizontales imaginarias que dividen la imagen en tres tercios, la imagen resultará mucho más interesante. Si el cielo es más interesante para ti, deja dos tercios de la foto con el cielo y deja el mar y el suelo en el tercio inferior. En cambio, si el cielo no contribuye significativamente a la imagen, deja de lado el tercio superior. En las imágenes inferiores vemos dos ejemplos.
3. Encuentre el detalle. Una de las principales dificultades a la que nos enfrentamos como fotógrafos es nuestra obsesión por capturar demasiada información en una sola imagen. La simplicidad es una buena regla para lidiar con esto. Prueba acercándote a las cosas. En la imagen inferior vemos un ejemplo.
4. Enmarca la imagen. No estoy hablando de aplicar un marco en Photoshop. Estoy hablando de uno de los elementos compositivos más usados: enmarcar la fotografía con un objeto natural que atraiga la atención del espectador. Elementos como una palmera o unas rocas pueden ayudarlo a enmarcar la foto, centrando el interés en el elemento que haya elegido.
5. Vigila el Sol. El sol es lo que busca cualquiera que vaya a la playa, pero en este caso es el peor enemigo del fotógrafo después de la arena y la humedad. Las mejores horas para hacer fotos en la playa son las primeras y las últimas del día. Según va levantándose el sol al llegar a las horas centrales del día, más molesto se hace para la fotografía. Provoca contrastes muy fuertes y sombras muy duras. Si no vigilas su posición mientras fotografías a gente, es probable que la medición de la luz te juege malas pasadas y a quien hagas la foto salga completamente a contraluz. Prueba a ponerte de espaldas al sol para hacer la foto, y plantéate si debes utilizar el flash de relleno.
6. Detalles en primer plano. Si vas a trabajar la fotografía de paisajes, una buena opción es incluir algún objeto en primer plano que contraste con el fondo y que transmita información sobre el sitio donde estamos. Puede ser parte del paisaje (rocas en la orilla, algas, conchas, ...) o traídos por el hombre (un bote de crema, unas gafas de sol, ...) Conseguirás dar a tu foto un toque que la haga diferente a las típicas fotos de la playa.
7. Juega con la Perspectiva. Cuantas veces hemos comentado la necesidad de romper con la posición convencional de hacer las fotos: de pie, con la cámara a la altura de los ojos, mirando hacia el frente, haciendo fotos que sacan lo que vemos en nuestra posición natural. Juega con la posición que ocupas (agachado, tumbado en el suelo, subido a algún punto más elevado) y el ángulo que utilizas (hacia arriba, hacia abajo) para dar otra perspectiva a la imagen. Las perspectivas poco convencionales hacen más atractivas las fotos.
8. Retratos en la playa. La playa es un buen sitio para hacer fotos a nuestros amigos y seres queridos. Además, dan la posibilidad de recoger momentos interesantes en la actividad diaria. Prueba a hacer fotos a estas personas cuando estén haciendo algo. No es necesario que centres su atención, sino que simplemente recojas sus acciones. Normalmente da pie a fotos en las que las personas salen en poses mucho más naturales, sin gestos forzados. Dale protagonismo a la persona a la que estás haciendo la foto haciendo que ocupe gran parte de la misma. Juega con la apertura del diafragma para que la profundidad de campo no sea excesiva. Si hay algún elemento que pueda distraer la atención en el fondo, como algún bañista, reencuadra con el objetivo o cambia tu posición. En este tipo de fotos, tanto en la orilla como dentro del agua, puedes sacar el horizonte de la foto, haciendo que el mar ocupe toda la foto, sin que aparezca nada de cielo.
9. Cuida la cámara. Desgraciadamente, la playa no es el mejor sitio para mantener tu cámara. Elementos como la arena, la sal, la humedad, el sol y los amigos de lo ajeno no son buenos componentes para la fotografía. En general, es recomendable mantenerla sólo el tiempo necesario en la playa. Bájala a la playa, haz las fotos, y vuelve a llevarla a casa. Mantén la cámara guardada en una bolsa estanca, en la que no pueda entrar arena y que esté lo suficientemente aislada. No dejes la cámara en el suelo ni encima de una toalla ni siguiera dentro de una bolsa o funda. Si dispones de una sombrilla o algún punto que te permita tener la cámara en alto, aprovéchalo. Cuanto más lejos esté del suelo, menos arena y humedad cogerá. Mientras no la uses, mantén la cámara dentro de su bolsa a la sombra. Las altas temperaturas que alcanzará aun dentro de su funda no son demasiado buenas para la electrónica. Si te dejas ver haciendo fotos con la cámara, no la pierdas ni un minuto de vista cuando acabes de usarla. Es probable que alguien se haya fijado ya en tu equipo y quiera hacerlo suyo.
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